La cúspide cónica del simétrico Cotopaxi ocupa un lugar de honor en la llamada 'Avenida de los Volcanes' del Ecuador. El Rey de los Andes se eleva hasta los 5.897 metros sobre el nivel del mar, por lo que se lo considera el volcán activo más alto de mundo.
Estamos en el lugar destinado para pasar la noche, aprovechamos para recibir el cucayo la avenita caliente es bienvenida ya que nos permite abrigarnos, estamos listos para caminar y dar un pequeño paseo por los alrededores, avanzamos por la planicie y nos encontramos con una sequia, solo a las mujeres está permitido la ayuda para cruzarla, vamos haciendo barras para que los chicos den un gran salto y pasen, todos lo logran aunque algunos si nos asustan, parecía que el agua fría los alcanzaba.. pero ventajosamente no fue así.. seguimos caminando nuestro destino es la laguna Limpiapungo ubicada a 3.850 metros sobre el nivel
del mar es un buen lugar para observar gaviotas de altura, quilicos, y con buena suerte cóndores, desde aquí es posible fotografiar con toda amplitud al Cotopaxi, Sincholagua y Rumiñahui. Esta laguna, posiblemente es de origen glaciar, los que ya la conocíamos y regresamos después de muchos años vemos que su tamaño ha disminuido notablemente parece que estaría en peligro de desaparecer. Podemos ver en sus aguas el reflejo de las montañas que se encuentran alrededor, no podemos perder la oportunidad de tomarnos fotos junto a ella.
De regreso vamos recogiendo leña que nos servirá para encender nuestra fogata, va cayendo la noche, es hora de utilizar nuestras linternas, bajar el equipo y armar el
campamento, el trabajo en equipo no puede faltar, los más experimentados ayudan a los novatos: clavar estacas, pasar los soportes, alzar la carpa, asegurarla bien, los aislantes, los sleepings.. todo listo para pasar la noche. Listos para compartir la comida con el grupo y encender la fogata, otra vez trabajo en equipo: buscar el lugar, traer la piedras, prenderla, vaya que eso nos ha costado un poco, la leña está mojada y hay varias opiniones que las ponemos en práctica, pero no lo logramos del todo algo hace falta, ha llegado la hora de sacrificarse a unas latas de atún que están escondidas y que con un poco de gasolina nos vana a servir como una pequeña hornilla .. al fin lo hemos logrado, momento de compartir bromas, experiencias, de
los más traviesos empiezan una guerra de nieve, otros menos experimentados sufrimos resbalones, pero todos tenemos una gran satisfacción de estar en estar lugar maravilloso de nuestro país. De regreso cerca del campamento un zorro nos visita, tomamos unas fotos y pensamos que es hora de bajar, y en el trayecto podemos ver que han gran cantidad de gente que igual que nosotros ha llegado a este hermoso lugar, ya en el transporte nos preparamos para regresar a la ciudad con los recuerdos del Cotopaxi un volcán que enamora y al que sin duda regresaremos…
cantar, escuchar música y sobre todo abrigarnos junto a la fogata. La noche esta preciosa totalmente despejada podemos apreciar el cielo estrellado, lo maravillosa que es la naturaleza, la paz, tranquilidad que se siente. Hora de dormir, todos a sus carpas, a la madrugada se escucha por instantes que llueve, hace un poco mas de frío.. pero tratamos de abrigarnos bien y dormir.. Amanece y al despertar nuestra primera mirada es al volcán que tiene una lista larga de doce erupciones registradas, la última fue en 1877. A preparar el desayuno, desarmar el campamento y estamos listos para avanzar en nuestro ascenso, el transporte sigue el camino trazado, ya apreciamos el refugio,
cada vez lo vemos más cerca, llegamos al parqueadero hasta donde se puede llegar en vehículo, nos encontramos a 4500 m y debemos subir a 4800, avanzamos lento pero seguro, estamos convencidos que todos vamos a llegar al refugio José Ribas, donde un chocolate caliente nos espera para abrigarnos, descansamos hasta que llegue el grupo completo, a pesar de que a algunos nos cogía la altura más que a otros, como a nuestra amiga que vino de Guayaquil todos lo logramos y esa no era nuestra meta, recuerdan debemos avanzar a los glaciares, caminamos un poco más y pronto llegamos,
1 comentario:
Que fantástica experiencia con la naturaleza , mejor relatada imposible , que ganas de lanzar unas bolas de nieve o de un chocolate calientito ... Y de volverlo a leer. G.R.H
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