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domingo, 23 de marzo de 2014

Acampando en el Quilotoa Marz 2014


La invitación estaba hecha, el lugar escogido era uno de esos que habíamos visto en las reseñas internacionales del verde Ecuador, como no elegirlo y querer visitarlo nuevamente.  Partimos ahora en caravana, integrando el grupo que desde distintas partes se iba reuniendo, el tráfico en Quito que no ayudaba a cumplir con los itinerarios, parecía que el parque automotor ha crecido en miles desde la última vez que salimos.  Ya luego en las tribunas, Tambillo y las paradas técnicas hacían mas azaroso el trajín.  En Latacunga nuestras ultimas integrantes que descubren nuevos puentes de conexión de Pujili con el resto del país.  Bueno a esas alturas el equipo estaba completo y la tarde caía dando pie a la starry night, claro que sorteando la neblina que fantasmagóricamente aparecía.
 Llegando al fin, nos tomó poco tiempo el poner al hombro las herramientas de camping y  posar para un par de fotos que el asistente de fotografía le causaba mas problemas de lo esperado, recuerdan?  Descendimos con las linternas que alumbraban lo suficiente para seguir el camino, quizá podrá parecer complicado el movernos por la noche y armar el campamento, pero nuestros expertos aventureros denotaban una vasta experiencia en este tipo de situaciones.
Entonces la noche gélida, la comida que compartíamos, el cráter del Quilotoa mas la laguna y la fogata que luchábamos por mantener encendida era una sutil y a la vez extraña mezcla de esas como zhumir y ron con cola más Julio Jaramillo que en su clase de teoría musical se convertía en un excelente combustible, recuerdas también la ecuación?.
En un par de hora la mañana que se notaba esplendida y era momento de en realidad contemplar el sitio al que habíamos llegado.  Magnifico, y era inevitable que las fotografías aparezcan para reseñar el rincón privilegiado que visitamos.  Entonces era tiempo de desarmar el campamento e ir a desayunar.  Aquí es cuando dos se aventuran por otra ruta y ponen en problemas al guía que al poco rato logra localizarlos no sin antes subir un par de colinas.  El resto mientras tanto apuesta por el Kayak sobre la laguna disfrutando sobremanera el deslizarse a punta de remo por las turquesas aguas de la laguna. 
Es tiempo de subir hacia el transporte lo que es otro motivo de diversión y jolgorio pues unos escogen la mula, otros ayudan con la carga, otros sin carga igual se les hace eterno y otros mientras caminan hacen amigos de los transeúntes, bastante extranjero visita el sitio y la oferta turística tiene variedad.  Arriba nos espera un almuerzo caliente que nos repone y nos deja listos para emprender el regreso que parece mas corto de lo esperado.

Buen campamento verdad?