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domingo, 20 de diciembre de 2009

Granizo y luces desde el cielo en la C u M b R e D e L P A s O ch O a

El domingo de Diciembre se presenta fresco, nuestro autobús parte desde su primer punto de encuentro (Tribuna de los Shyris)con tres personajes, cada uno más distinto que el otro. Avanzamos y las historias aparecen, cada quien relata sus singularidades sus venturas y sus ganas. En eso llegamos a recoger más individuos en el segundo punto (sobre el Trebol), lo cual nos toma poco tiempo y ahora si, rumbo a nuestro aventura Llegar a la Cima del Volcán Pasochoa.
En el trayecto por la vía a Amaguaña encontramos un desvio que nos lleva por un camino en su mayor parte empedrado hasta unos tanques de la Empresa Eléctrica, ahí abandonamos el automotor y comienza todo.
Un refrigerio, un calentamiento, unas palabras dichas, un par de fotos y arrancamos, el camino que tiene señales del Ministerio del Ambiente nos conduce desde los 3100 msnm hasta los primeros pajonales por unas haciendas vacunas, un pequeño riachuelo se ha formado, el que tenemos que sortear ligeramente y entre la vegetación muchos conejos se ocultan. Entonces nos encontramos con los dueños de las tierras que muy amablemente nos permiten pasar y nos desean Feliz Viaje. Hace frío pero el ritmo de la caminata nos mantiene a buena temperatura. Un descanso donde algunos ya quieren aligerar su carga, otra pausa y contemplamos la distancia avanzada, parece poco pues la neblina de a ratos no permite admirar en todo su esplendor, mas allá un grupo de toros se junta. Ganado bravo, toros de lidia o como sea también nos obliga a permanecer agrupados, como diría el Jefferson: "uno, nunca sabe ...", luego una arista de páramo con sus subidas, bajadas ocasionales nos conduce a la base de la canaleta de la primer de las cimas del Pasochoa. Ahí les brindamos lecciones de escalada de roca que nos permitirán avanzar verticalmente. Al principio parece difícil luego la idea de los puntos de apoyo es captada por necesidad y asombro de estas destrezas innatas, no por nada descendemos del mono, y llegamos a la cumbre.
La cima recompensa el esfuerzo, arriba el espíritu humano se foguea, los extraños que nos acompañaban son entrañables amigos que se abrazan y nos felicitan. Vemos la siguiente cumbre y nadie duda en poder realizarla. Esta es algo diferente pero nuestro inicio nos ha preparado sobriamente. La segunda cima (4199 msnm)es alcanzada en poco tiempo pero ahora la felicitación parece que nos brinda la naturaleza, pues nos envía granizo y unos cuantos juegos de luces (rayos) que nos preocupan. El espectáculo es único, el granizo convierte la bajada en una deslizadera que sorteamos con dificultad y mas de una caída, el sonido es envolvente y las luces del cielo que parecen caer junto a nosotros nos obligan a apagar cualquier equipo electrónico o de comunicación.