El Volcán Pasochoa está situado al nor este del Valle de Machachi, en la Cordillera Oriental y en posición adelantada respecto al nudo de Tiopullo, es uno de los mejores lugares de avistamiento del Cóndor Andino. La caminata ofrece una hermosa vista del ecosistema de páramo y de las majestuosas montañas de esta parte de los andes donde habitan más de 100 especies distintas de aves y 50 especies de árboles nativos del bosque andino; dentro del cráter también se puede apreciar uno de los últimos rezagos del bosque andino.
Domingo en la mañana, nos preparamos para ser parte de la aventura, ya era hora de una cumbre verdad??, y que mejor que hacerlo en el Pasochoa. Tomamos la vía hacía el sur de la ciudad de Quito, aprovechamos para hacer las últimas compra, de la autopista cambiamos al camino secundario que nos permite disfrutar de hermosos paisajes mientras subimos hacia la entrada de la Central Hidroeléctrica nuestro punto de partida. Al descender del bus nos damos cuenta que hace mucho frío así que es momento de abrigarnos con té de coca caliente y con un poco de calentamiento.
No puede faltar el instante en que de cada uno nos hable de su vida y las expectativas que tiene de la excursión, madre e hija, una amiga extranjera, novios, amigas y amigos estamos listos para el ascenso. Avanzamos por el camino empedrado, luego el camino un poco irregular, pasando un pequeño bosque y ya se puede tomar fotos y observar las laderas que son parte del viaje hacia la cima del Pasochoa, compuesta por varios picachos agudos, desprovistos de nieve y debido a la forma del cráter, durante años se ha formado un bosque andino muy bien conservado y sin interacción humana.
En la primera alambrada nos encontramos con un habitante de la zona en su caballo preguntamos qué tan lejos estamos y como siempre la respuesta es “tres horitas” no eran "dos". Mientras avanzamos seguimos disfrutando del paisaje vamos dejando alambradas con la esperanza de que el siguiente descanso será en la próxima, el camino se va llenando de pajonales, el té de coca nos ayuda, avanzamos hasta que lo conseguimos nos merecemos un descanso y tiempo para compartir algo de fruta, dulces, y agua?? noo agua no.. se quedó en el bus..
Otra vez es tiempo para las fotos, algunos no queremos levantarnos así que aprovechamos de la energía de nuestra amiga la más pequeña quien con mucho entusiasmo ha decidido ser nuestra fotógrafa oficial, y aquí una que otra foto chantaje, seguro las recuerdan!!! Nuevamente de pie y a cumplir nuestra meta, seguimos ascendiendo y el clima va cambiando ya se siente frío, el cansancio y la altura nos va afectando, pero ya estamos más cerca de la cumbre. Es tiempo de una pequeña clase de escalada que nos permitirá avanzar por las rocas, empezamos a escalar cuando de repente la lluvia y el granizo nos acompañan lo que dificulta nuestro ascenso pero no podemos olvidar nuestro lema
“Que no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”, con la fuerza de cada uno, la cuerda y el apoyo del grupo, logramos lo que parecía imposible verdad?? Todos llegamos a la cumbre del Pasochoa que se encuentra a una altura de 4200 m.s.n.m., desde sus afilados picos hacia el occidente, encerrada en la caldera, se han desarrollado una de las más interesantes asociaciones vegetales de la ceja andina, formada por gran variedad de especies como arbustos densamente ramificados y árboles pequeños de troncos torcidos y cubiertos de líquenes.
Es momento de compartir el ritual de la cima, fuertes abrazos, la satisfacción de llegar, con frío pero aprovechamos para compartir la comida que llevamos, y prepararnos para el retorno, el descenso lo realizamos por otra ruta, no lo podemos evitar y todos terminamos resbalando, encontramos una roca que se encuentra cerca del abismo y los más arriesgados deciden tomarse fotos, al pasar por el lugar de escalada tenemos una grata sorpresa, desde las alturas del volcán descienden riachuelos cristalinos que antes no estaban ahí y que gracias a la lluvia y granizo el agua corre junto a los senderos, que grato es compartir con la naturaleza, el camino de retorno parece más largo, seguimos avanzando con llovizna, recordamos los lugares que atravesamos hasta que por fin llegamos a nuestro vehículo, estamos mojados, algunos tenemos que pedir ayuda para cambiarnos antes que nos coja la noche, y lo logramos estamos listos para el retorno a Quito, esta aventura tuvo un excelente grupo en el cual nos apoyamos, los paisajes increíbles: bosques, pajonales, montañas, rocas y el clima variado sol, nubes, granizo, lluvia y sobre todo la fuerza y energía que cada uno puso para llegar a la cima y demostrar lo que podemos hacer.
5 comentarios:
Siii, llegamos !!!
Gracias al apoyo de los amantes de la naturaleza...
Fue tan agradable, alejarse de lo cotidiano, para respirar un aire de libertad... y disfrutarlo en cada detalle...
Saludos y gracias a todos, por la amistad brindada.
Silvia
J.J. la próxima a donde???
Excelente paseo, es importante poder compartir con amigos y seres queridos,
y en especial en un entorno como el que lo hicimos, sentir emociones
fuerte como escalar en granizo y ver cada ves mas cercana la cima.
Es algo nuevo para personas como mi novia y yo. Espero podamos acopañarlos
en otro ocacion ya que si se daria la oportunidad estaria dispuesto hacerlo sin
pensarlo.
Gracias por el apoyo brindado y fue un gusto compartir con cada uno de ustedes.
Jonathan Jaramillo.
Fue una excelente experiencia visitar el Pasochoa un lugar muy hermoso en las cercanias de la ciudad.
Roberto
Un poeta a la naturaleza? Si, lo eres...
Como no amar nuestro Ecuador, con una experiencia así? Con una excelente narración, no puedo evitar que una sonrisa se apodere de mí, y recordar ,el aire puro que nos brindó la Pacha mama, el prado, el bosque, el pinchazo en el dedo como en el cuento de Blanca nieves, esperando esas "dos horitas" para descansar y tomar agua :) ,y muy buenas fotos... para el recuerdo, y luego son rocas y cansancio, y frío, y granizo que caía tan fuerte que dejaba marcas en la piel, y las manos congeladas, todo esto junto, nos hacía ver imposible una escalada, pero con la ayuda y ánimo de nuestros guías se superó fácilmente, y si!!, llegamos, estar a esa altura fue una mezcla de emoción, ilusión, el cansancio se atenuó. Si la subida tuvo su aventura, el regreso no se quedó atrás, ahora con caídas y lodo, y riachuelos, y más caídas, y poder ver al fin, aquel esperado transporte. Fue una aventura gratificante con la naturaleza y una extraordinaria compañía, que marcan nuestra vida...
Gracias por todo, fue genial. Por cierto, las orquídeas estaban en dónde ???
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