El mes de octubre abre sus puertas, sus festejos a la vida que transcurre y nada mejor que recibirlo con una excursión a uno de esos remotos lugares. Hemos escogido Lita, por ser un sitio donde confluyen tres provincias, por tener gran energía que nos pueda transmitir y porque de a poco nos ha ido llamando.
Es domingo por la mañana y comienzan a arribar nuestros inscritos, el automotor en orden, un coche sin lugar para aparcar de uno de ellos, es acomodado en un garaje prestado y los demás que se van integrando por la 10 de agosto o por la panamericana hasta que al fin el grupo está completo. "Duerman" les sugiero, "el viaje es un poco largo" y me acomodo en mi sitio. A la altura de Cayambe despierto por donde el clima nos acompaña, bueno es una manera de decirlo, puesto que nos siguen las lluvias, las nubes y la oscura geografía que da la temporada invernal en nuestros alrededores.
Es domingo por la mañana y comienzan a arribar nuestros inscritos, el automotor en orden, un coche sin lugar para aparcar de uno de ellos, es acomodado en un garaje prestado y los demás que se van integrando por la 10 de agosto o por la panamericana hasta que al fin el grupo está completo. "Duerman" les sugiero, "el viaje es un poco largo" y me acomodo en mi sitio. A la altura de Cayambe despierto por donde el clima nos acompaña, bueno es una manera de decirlo, puesto que nos siguen las lluvias, las nubes y la oscura geografía que da la temporada invernal en nuestros alrededores.
Pasamos Otavalo y se puede ver cómo han cambiado las carreteras desde la última vez que pasamos. Ahora en Ibarra hacemos una parada técnica y ¡oh sorpresa! no hay quien atienda en los kioscos, bueno al menos baño si hay.
Entonces arrancamos por la vía Salinas - San Lorenzo donde es menester saber un poco mas de los otros; contando somos 27 + una pequeña de nombre Aleja que deleita con sus sonrisas y sus preguntas. 2 abogados, 1 psicóloga, 1 arquitecto, 1 odontólogo, 1 bióloga, 1 profesor, 1 comunicadora social, varios informáticos, colegialas, universitarias etc., es decir una buena muestra de la confianza que depositan los profesionales en el Equipo KallpaMunay. A algunos los conocemos otros en cambio se han dejado contagiar de nuestra aventura.
En la ruta a punto de llegar a Lita pasamos un control militar donde nos piden nuestra identificación. Ya en el pueblo nos detenemos para estirar las piernas, cargamos algo de provisiones y continuamos. Luego en la reserva, que ya está cerca, los encargados nos están aguardando, nos dan un par de indicaciones y cada uno toma un par de botas de caucho (no las del comisario) y nos ponemos a estirar, calentar y recibir nuestro cucayo porque ya es tiempo de recorrer el sitio. Empezamos por la carretera primero, para luego tomar un camino a la reserva en una prominente bajada que a más de uno causa problema es que la noche anterior ha llovido, el camino esta lodoso y algunos resbalan, me incluyo.
Alcanzamos el río Chuchubi pero a la primera cascada no es posible llegar, el caudal es difícil de sortear, vamos por la siguiente que se muestra un poco menos inclemente y donde probamos la temperatura del agua. Avanzamos por la tercera, donde no hay alternativa hay que cruzar el río.
Entonces arrancamos por la vía Salinas - San Lorenzo donde es menester saber un poco mas de los otros; contando somos 27 + una pequeña de nombre Aleja que deleita con sus sonrisas y sus preguntas. 2 abogados, 1 psicóloga, 1 arquitecto, 1 odontólogo, 1 bióloga, 1 profesor, 1 comunicadora social, varios informáticos, colegialas, universitarias etc., es decir una buena muestra de la confianza que depositan los profesionales en el Equipo KallpaMunay. A algunos los conocemos otros en cambio se han dejado contagiar de nuestra aventura.
En la ruta a punto de llegar a Lita pasamos un control militar donde nos piden nuestra identificación. Ya en el pueblo nos detenemos para estirar las piernas, cargamos algo de provisiones y continuamos. Luego en la reserva, que ya está cerca, los encargados nos están aguardando, nos dan un par de indicaciones y cada uno toma un par de botas de caucho (no las del comisario) y nos ponemos a estirar, calentar y recibir nuestro cucayo porque ya es tiempo de recorrer el sitio. Empezamos por la carretera primero, para luego tomar un camino a la reserva en una prominente bajada que a más de uno causa problema es que la noche anterior ha llovido, el camino esta lodoso y algunos resbalan, me incluyo.
Alcanzamos el río Chuchubi pero a la primera cascada no es posible llegar, el caudal es difícil de sortear, vamos por la siguiente que se muestra un poco menos inclemente y donde probamos la temperatura del agua. Avanzamos por la tercera, donde no hay alternativa hay que cruzar el río.
Desde adelante viene el rumor de que no es posible llegar al otro lado, incluso algunos no están muy seguros de mojarse aun, ¡ni modo!, armamos una cuerda, detrás de ella una cadena humana y de a poco cada uno empieza a franquear el obstáculo, esto es trabajo en equipo. Ahora si todos mojados mientras algunos comienzan a nadar en el vado, otros comienzan a sentir a lo que vinieron y algunos se divierten posando. Reanudamos la marcha y ahora la caída de agua que aparece, después de contados minutos, se muestra fácil de alcanzar, hacia un lado se ve unas mini chorreras donde varios toman una ducha mientras otro contingente observa con algo de frío.
Llegamos a la altura del puente y seguramente cada uno logra imaginar lo increíble que debió ser el viaje en tren de Ibarra a San Lorenzo, es que avanzar por estos sitios de tanta exuberancia natural hace añorar las historias que mi abuela me contaba cuando por un viaje de su hijo (mi tío), en la escuela le tocó hacer esta ruta.
Y bajamos hacia otra gran cascada que nos invita a jugar con ella, podemos acercarnos y tener un masaje en su caída de agua o subir por la roca para saltar hacia el vado, la gran mayoría nos acompaña, pero hay un grupo de friolentos que prefieren contemplar o solo fotografiar, a estas alturas el clima está de nuestro lado pero ahora el soleado. Entonces este lugar se convierte en algo sobrenatural pues el vigor rodea a todos, claro que algunos están con hambre pero ahí es cuando la comida para compartir restablece un poco los niveles.
Apostamos por seguir el lecho del río que nos conduce a un apacible vado con cascada y todo donde es posible nadar al estilo piscina. Nuestra bióloga encuentra una culebra cerca, pero le decimos que mejor no lo mencione. Ahora completa la ruta es tiempo de emprender el regreso. Subimos la empinada ladera y llegamos al lugar de hospedaje de la reserva. Nos lavamos nos cambiamos apresuradamente porque un almuerzo con horario de té de las 5 nos espera en Lita. La comida sabe distinta porque tiene el aroma a aventura impregnado en nuestras esbeltas figuras, luego al automotor y par de dos horas para llegar a Quito pero saliendo ldeteniéndonos en los bizcochos de la Y del Cajas, la noche ya se muestra irreverente y muchos comienzan a preguntarme ¿A dónde vamos el siguiente?, es que seguramente ese espíritu se ha llenado de ilusiones por:
Llegamos a la altura del puente y seguramente cada uno logra imaginar lo increíble que debió ser el viaje en tren de Ibarra a San Lorenzo, es que avanzar por estos sitios de tanta exuberancia natural hace añorar las historias que mi abuela me contaba cuando por un viaje de su hijo (mi tío), en la escuela le tocó hacer esta ruta.
Y bajamos hacia otra gran cascada que nos invita a jugar con ella, podemos acercarnos y tener un masaje en su caída de agua o subir por la roca para saltar hacia el vado, la gran mayoría nos acompaña, pero hay un grupo de friolentos que prefieren contemplar o solo fotografiar, a estas alturas el clima está de nuestro lado pero ahora el soleado. Entonces este lugar se convierte en algo sobrenatural pues el vigor rodea a todos, claro que algunos están con hambre pero ahí es cuando la comida para compartir restablece un poco los niveles.
Apostamos por seguir el lecho del río que nos conduce a un apacible vado con cascada y todo donde es posible nadar al estilo piscina. Nuestra bióloga encuentra una culebra cerca, pero le decimos que mejor no lo mencione. Ahora completa la ruta es tiempo de emprender el regreso. Subimos la empinada ladera y llegamos al lugar de hospedaje de la reserva. Nos lavamos nos cambiamos apresuradamente porque un almuerzo con horario de té de las 5 nos espera en Lita. La comida sabe distinta porque tiene el aroma a aventura impregnado en nuestras esbeltas figuras, luego al automotor y par de dos horas para llegar a Quito pero saliendo ldeteniéndonos en los bizcochos de la Y del Cajas, la noche ya se muestra irreverente y muchos comienzan a preguntarme ¿A dónde vamos el siguiente?, es que seguramente ese espíritu se ha llenado de ilusiones por:
volver a ser ...
aquel sencillo modo de dar el amor
volver a ser
aquellas ganas de vivir . . .
El siguiente es el video que nuestro amigo de Descubre Ecuador filmó para la ocasión:
El siguiente es el video que nuestro amigo de Descubre Ecuador filmó para la ocasión:
5 comentarios:
Les deseo un excelente viaje... disfrútenlo!!! luego me cuentan la hermosa experiencia... será pa la próxima...
G.R.H.
Geniales las fotos!
CV
hermosa cascada!!!que lindo es ecuador!!
EE
Para los 27 que estuvimos en las 7 cascadas de Lita con el Equipo KallpaMunay, fue una experiencia linda...gracias por organizarla ..la pasamos genial
Blanqui
Mejor relatado imposible... las ganas de amar la vida... admiro ! Se ve que el viaje estuvo genial , uno vive lo contado , gracias por compartirlo. Comparto la letra ... Gri.
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