Excursión a las Cascadas de Hollín y al Gran Cañon de Nachiyacu

En el poblado de Mondayacu, cantón Archidona, provincia de Napo se encuentra el gran Cañon de Nachiyacu, este  atractivo posee  una anchura de 4 mtrs y una profundidad de 5 a 8 mtrs que van en forma ascendente. Estas son formaciones geológicas que se cree que se originaron hace muchos años evacuando cursos de agua.

El oriente ecuatoriano es nuestro siguiente destino, todos listos muy temprano nos preparamos para iniciar el viaje, poco a poco vamos alejándonos de la ciudad y disfrutamos del paisaje,  el clima por el momento está muy frío por lo que algunos aprovechan para dormir un poco más, seguimos avanzando y ya se puede ver la vegetación típica del oriente y hay mas calor, debemos hacer una parada técnica de uuurgencia y ya todos despiertos comenzamos la presentación, la mayoría son conocidos, para otros es su primera vez  y nos piden un poco de paciencia pero estamos seguros que todos vamos a cumplir este recorrido. Llegamos al poblando de Mondayacu y el clima sigue abrigado pero hay una fuerte lluvia, lo que no es impedimento para nuestra aventura, tomamos un refrigerio y emprendemos el camino hacia el Gran Cañón, mientras mas nos adentramos encontramos mas lodo, por lo que nadie se salva de resbalar y nuestro atuendo pasa a  ser parte de la naturaleza, entre descanso y contemplar el paisaje vamos avanzando y llegamos al puente del río Cotundo donde podemos ver lo caudaloso que está y aprovechamos para tomar las fotos.

Ya estamos muy cerca podemos ver hermosos paisajes, grandes piedras en el agua, hasta que llego el momento de mojarnos y cruzar el río, con cuidado y ayuda de todos logramos pasar al otro lado y nadie salió seco el agua nos daba a la cintura, cada vez mas cerca del lugar increíble que vamos a visitar, avanzamos por las rocas hasta que llegamos al Gran Cañon, podemos ver las pequeñas cascadas que se forman, el vado en el que podemos nadar, el agua que cae desde lo alto, las pequeñas cuevas que se han formado, todos listos para cruzar el vado y  sentir la fuerza del agua en las cascadas, la  cuerda de nuestro amigo Miguel ayuda para sujetarse cuando queremos salir del vado, aunque un poco de descuidado y quien necesita ayuda se va resbalando hasta que nos damos cuenta y la ayudamos, visitamos la parte de atrás y nos refrescamos con el gran chorro que se ha formado y que nos da energía.

Es hora de volver y en nuestro camino encontramos flora y fauna que no casi se ve, hermosas flores, variedades de insectos, hormigas, el camino esta marcado y encontramos escaleras que nos permiten subir y subir, hay momentos para fotos hasta llegar al pequeño puente que nos permite apreciar la cascada que se encuentra tras del cañón, avanzamos hasta volver a nuestro punto de partida, ya sin lluvia y disfrutando de unas ricas guayabas del lugar.

Llegamos al transporte y es hora de cambiarse y avanzar hacia otro hermoso lugar del cantón Archidona, camino a Loreto, cerca de la vía se encuentra la imponente cascada de Hollín, un pequeño recorrido y nos encontramos con un mirador que nos permite apreciar este atractivo de aproximadamente unos 15 metros de altura con un ancho de caída de agua de 8 mtrs, la cual es rápida y fuerte donde se forma un vado y luego un riachuelo muy correntoso que se une al río Jordache, se observa el agua clara y cristalina, las riberas están constituidas por arena y piedra bola de gran tamaño, desde ahí se puede sentir la fuerza de su caída de agua y mientras tomamos las fotos también nos mojamos. Regresamos al comedor del lugar a almorzar y festejar el cumpleaños de nuestra amiga Blanquita con un pastel una velita y la canción de las mañanitas. Tomamos el camino de regreso, el sueño es mas fuerte y todos aprovechamos para dormir, hacemos una parada en la mitad del camino en las aguas termales de Papallacta pero ya es  muy tarde y debemos volver nos quedamos con las ganas de disfrutar del agua caliente, será para la próxima una hora mas de viaje y regresamos a Quito después de disfrutar  de una aventura en la cual el agua nos acompañó todo el día sea en lluvia, al cruzar el río, al nadar en sus vados o en la fuerza y energía de las cascadas.