Este día nuestro viaje es a Maquipucuna, reserva ubicada a tan solo 80 km. al noroccidente de Quito, el lugar de encuentro es el mismo de siempre, muy temprano nos hemos dado cita para conocer más de nuestro país. Rumbo a la reserva tomamos la vía a la mitad del mundo y luego la de los bancos, el recorrido es aproximadamente dos horas, por lo que aprovechamos para dormir un poco. Hemos pasado algunas poblaciones y estamos en Nanegalito, donde aprovechamos para realizar la tradicional presentación de cada uno de los integrantes de esta nueva aventura, no pueden faltar los ingenieros en sistemas, contadores, estudiantes, ingenieros eléctricos.. uno a uno nos vamos conociendo, aprovechamos para tomar el refrigerio, y el paisaje nos indica que estamos muy cerca, el río caudaloso, los riachuelos en el camino, la vegetación, cerca del 80% de la Reserva es bosque nublado montano primario. Después de conocer el poblado de Marianitas, hemos llegado a Maquipucuna con más de 6.000 hectáreas, es un paraíso para los amantes de la naturaleza, al constituir el hábitat de más de 2000 especies de plantas, 349 especies de aves, 50 variedades de mamíferos, e innumerables especies de invertebrados, incluyendo alrededor de 220 especies de mariposas.
Dos extranjeros de New York nos reciben y nos explican en inglés (como todos sabemos para nosotros el ingles no es problema...verdad???) sobre lo gran biodiversidad que existe, así como la hostería, una estación científica y un laboratorio para investigadores y voluntarios como ellos. La casa principal de la reserva se encuentra a orillas del río, avanzamos por un pequeño puente, una puerta de madera en la que debemos pasar uno a uno, ya que es imposible que ingrese más de una persona, vamos buscando el camino que se ha perdido con tanta vegetación, además el piso está húmedo y de vez en cuando nuestros zapatos se van hundiendo y es difícil sacarlos.. pero es parte de la aventura, cruzamos pequeños riachuelos.. subimos, bajamos, y nos encontramos con los primeros caminos preincaicos (culuncos), éstos caminos, que por efecto del uso milenario y la erosión se han convertido en zanjas de muy variadas dimensiones, son senderos que se ampliaron o construyeron a raíz de la expansión incaica, forman parte de la red vial andina.Hacemos nuestroa primer descanso, en una pequeña cascada, la cual aprovechamos para refrescarnos, al principio solo unos pocos son los arriesgados, ellos nos cuentan que el agua no está fría. .y al final casi todos disfrutamos de su energía. Es hora de continuar, la pregunta más común es cuanto falta??. .y ya saben la respuesta verdad si.. esa mismo.. “2 horitas”. Llegamos a otro puente, desde el cual se puede ver el cruce de los dos ríos Umachacu y Cariacu, lo que nos indica que estamos cada vez más cerca, avanzamos un poco mas por el sendero hasta que este termina en el río, el cual ha aumentando su caudal, asi que es necesario utilizar una cuerda, con esta ayuda logramos uno a uno pasar al otro lado, el agua al principio nos parece fría, pero nos vamos acostumbrado, todos logramos cruzar y caminamos por el río, el agua nos da casi en la cintura, nuevamente estamos haciendo canioning, despacio vamos río arriba pero la fuerza de su caudal nos indica que es mejor volver por nuestra seguridad, así que nos quedamos con las ganas de admirar la cascada, regresamos por el mismo recorrido, descansamos para compartir la comida que tenemos y de regreso al parqueadero de la reserva vamos a conocer otra Cascada que se encuentra a 5 minutos de ahí, nuevamente nos animamos a disfrutar del agua y su gran energía. Ya ha caído la tarde y todos queremos comer, asi que nos cambiamos de ropa y vamos en búsqueda de nuestro almuerzo, ya en el lugar celebramos el cumpleaños de nuestra cómplice de la aventura Tatiana, gracias a sus amigas que le compraron un pastelito, que estuvo delicioso.. verdad?, bueno ya satisfechos nos dirigimos a conocer la cascada en Nanegal llamada la Piragua, un breve recorrido y llegamos, aprovechamos para tomar fotitos y volver, ya estaba anocheciendo y debíamos volver, el viaje de regreso sirvió para dormir, descansar luego de un gran recorrido y contacto con la naturaleza.
Dos extranjeros de New York nos reciben y nos explican en inglés (como todos sabemos para nosotros el ingles no es problema...verdad???) sobre lo gran biodiversidad que existe, así como la hostería, una estación científica y un laboratorio para investigadores y voluntarios como ellos. La casa principal de la reserva se encuentra a orillas del río, avanzamos por un pequeño puente, una puerta de madera en la que debemos pasar uno a uno, ya que es imposible que ingrese más de una persona, vamos buscando el camino que se ha perdido con tanta vegetación, además el piso está húmedo y de vez en cuando nuestros zapatos se van hundiendo y es difícil sacarlos.. pero es parte de la aventura, cruzamos pequeños riachuelos.. subimos, bajamos, y nos encontramos con los primeros caminos preincaicos (culuncos), éstos caminos, que por efecto del uso milenario y la erosión se han convertido en zanjas de muy variadas dimensiones, son senderos que se ampliaron o construyeron a raíz de la expansión incaica, forman parte de la red vial andina.Hacemos nuestroa primer descanso, en una pequeña cascada, la cual aprovechamos para refrescarnos, al principio solo unos pocos son los arriesgados, ellos nos cuentan que el agua no está fría. .y al final casi todos disfrutamos de su energía. Es hora de continuar, la pregunta más común es cuanto falta??. .y ya saben la respuesta verdad si.. esa mismo.. “2 horitas”. Llegamos a otro puente, desde el cual se puede ver el cruce de los dos ríos Umachacu y Cariacu, lo que nos indica que estamos cada vez más cerca, avanzamos un poco mas por el sendero hasta que este termina en el río, el cual ha aumentando su caudal, asi que es necesario utilizar una cuerda, con esta ayuda logramos uno a uno pasar al otro lado, el agua al principio nos parece fría, pero nos vamos acostumbrado, todos logramos cruzar y caminamos por el río, el agua nos da casi en la cintura, nuevamente estamos haciendo canioning, despacio vamos río arriba pero la fuerza de su caudal nos indica que es mejor volver por nuestra seguridad, así que nos quedamos con las ganas de admirar la cascada, regresamos por el mismo recorrido, descansamos para compartir la comida que tenemos y de regreso al parqueadero de la reserva vamos a conocer otra Cascada que se encuentra a 5 minutos de ahí, nuevamente nos animamos a disfrutar del agua y su gran energía. Ya ha caído la tarde y todos queremos comer, asi que nos cambiamos de ropa y vamos en búsqueda de nuestro almuerzo, ya en el lugar celebramos el cumpleaños de nuestra cómplice de la aventura Tatiana, gracias a sus amigas que le compraron un pastelito, que estuvo delicioso.. verdad?, bueno ya satisfechos nos dirigimos a conocer la cascada en Nanegal llamada la Piragua, un breve recorrido y llegamos, aprovechamos para tomar fotitos y volver, ya estaba anocheciendo y debíamos volver, el viaje de regreso sirvió para dormir, descansar luego de un gran recorrido y contacto con la naturaleza.
7 comentarios:
ESTUBO SUPER CHEVERE LA VISITA A LA RESERVA .....UN LUJO
Tatiana
Las fotos hermosas,,!!! veo gente nueva...oh !! de lo que nos perdímooos.....Felicitaciones.!!!! siempre únicos..!!
Aly
Lagrima en el ojo.. de lo que me perdi.. Sigan asi muchachos!
Descubre Ecuador
estas super lindas las fotos.. de lo que nos perdimos .. que pena.. bueno sera para la proxima .. Un abrazo a todos y felicitaciones
Nancy
Realmente pasamos muy bien!!!! Y el paisaje, el entorno y la gente increible!!! Un abrazo. Paula
Belisario escribió: "muy buena la salida.. super cheverre"
eeyyy avisen para la proxima esa aventura se ve super increible jijiji yo quiero ir!!!!!!
Xime
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